Geotermia en Chile
Chile es una de las regiones con mayor actividad volcánica del planeta, dada su privilegiada posición en el denominado “Cinturón de Fuego del Pacífico” el país cuenta con cerca de un 20% de los volcanes activos continentales. Esta situación estratégica supone, además, un alto potencial en Chile para la generación de energía geotérmica. Las cifras sobre potencial geotérmico que se manejan hoy en Chile van desde los 3.350 MW (Enap) hasta los 16.000 MW (Lahsen, 1988), lo que podría representar un 91% de la capacidad instalada actual de la matriz energética del país. Sin embargo, la geotermia es la energía renovable no convencional (ERNC) menos conocida, la más ignorada y la con mayor potencial dentro de todas las ERNC posibles de desarrollar en el país.
Estudios geológicos en la zona norte y sur del país han permitido una evaluación preliminar del potencial geotérmico de Chile en aproximadamente 16,000 MW durante al menos 50 años de fluidos geotérmicos con temperaturas sobre 150 ºC, localizados a menos de 3000 metros bajo tierra. Pese a ello, paradojalmente la geotermia en Chile se ha explotado casi únicamente con fines recreativos, como por ejemplo, los baños termales (Lahsen, 1986, 1988; Lahsen etal. 2010). Sólo en los últimos años han surgido algunas iniciativas institucionales, empresariales y particulares para explotar las decenas de usos que provee la geotermia. Algunas de esas experiencias se pueden conocer en este link.
El desarrollo de la geotermia en Chile es un desafío urgente, puesto que el país requiere de fuentes energéticas locales, limpias, confiables y de largo plazo. Actualmente el país cuenta con recursos fósiles muy limitados, depende de la importación de petróleo y descansa fuertemente en las hidroeléctricas, las cuales han demostrado en ocasiones ser inestables. Chile ha afrontado tres períodos de tensión energética significativos durante la década pasada. El último de ellos en 2007/2008, cuando al cese de importaciones de gas natural desde Argentina se le sumó una sequía en la zona central del país, en donde las hidroeléctricas representan más de la mitad de la generación de electricidad (Informe IEA, 2009). Si bien Chile posee un enorme potencial para la producción de energía mediante la geotermia, exiten aún muchas barreras para su desarrollo. Muchas de estas limitantes han sido exporadas en el siguiente trabajo de Andy Reed «Benefits, Barriers to Development,and Relevant Policy Alternatives for Chile’s Untapped Geothermal Resources».
Las primeras exploraciones geotérmicas en Chile datan de 1921-1922, de manos de una colonia italiana en la nortina ciudad de Antofagasta, donde un equipo técnico de Larderello perforó dos pozos de entre 70 y 80 metros de profundidad. Luego entre 1968 y 1976 se realizaron una serie de estudios geológicos, geofísicos y geoquímicos en áreas seleccionadas de la zona norte del país apoyados por un proyecto suscrito entre la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo) y las Naciones Unidas, que culminó en la perforación de pozos exploratorios en la zona de El Tatio (Lahsen et.al, 2005). Desde esa época en adelante, la Universidad de Chile y el Servicio Nacional de Geología y Minería realizaron diversos estudios, de los cuales se desprende gran parte del conocimiento actual que se tiene sobre el potencial geotérmico del país. Los programas en pos del desarrollo geotérmico en Chile fueron paralizados hacia 1979 a nivel estatal, y hasta 1995 la Universidad de Chile fue la principal institución que se dedicó a la investigación en esta área (Lahsen etal. 2010).
El año 2000 se creó la ley geotérmica, que promueve la exploración y explotación de recursos geotérmicos por parte de la empresa privada, y establece la existencia de concesiones de exploración y explotación que se conceden mediante el Ministerio de Energía. De acuerdo a cifras que maneja este ministerio, actualmente existen en el país 32 concesiones de exploración vigentes y nueve concesiones de explotación vigente (a 2016).
Si bien a la fecha ninguna de ellas está en etapa de producción, se proyecta que la primera planta podría estar en operaciones hacia el 2017 con una producción del orden de 70 MW. El proyecto con mayor estado de avance es el Proyecto Cerro Pabellón, y antes de éste, la principal promesa de la geotermia en Chile fue el Proyecto Curacautín, que hoy se encuentra detenido.
En términos de investigación de la geotermia, el Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes es la única institución íntegramente dedicada al estudio de los sistemas geotermales de la zona andina. Algunos de los proyectos del CEGA que destacan en el avance del conocimiento de la geotermia para su desarrollo a pequeña y gran escala son el Proyecto de Baja Entalpía que desarrollamos con el apoyo del Ministerio de Energía, que busca evaluar el potencial geotérmico en Santiago y Talca; y la creación de un mapa de favorabilidad vincular con noticia , que determina las zonas más auspiciosas para explotar el recurso geotermal dentro del país. Junto con ello, el CEGA desarrolla una variada gama de investigación en ciencia básica en torno a nuestros sistemas geotermales.
Referencias
- Aravena, D., Lahsen, A. (2013) «A geothermal favorability map of Chile, preliminary results», submitted to GRC Congress 2013.
- International Energy Agency (2009) “Chile Energy Policy Review”, International Energy Agency (IEA) report, 270 .
- Lahsen, A. (1986) “Origen y potencial de energía geotérmica en los Andes de Chile”, en J.Frutos, R. Oyarzún,and M. Pincheira (Eds) Geología y Recursos Minerales de Chile, Univ. de Concepción, Chile, 423.
- Lahsen, A. (1988). “Chilean Geothermal Resources and their possible utilization”, Geothermics, v. 17, 401-410.
- Lahsen, A. et al. (2005) “Present status of geothermal exploration in Chile”, World Geothermal Congress, Antalya, Turkey, 24-29 April 2005.
- Lahsen, A. et al. (2010). “Geothermal development in Chile”, Proceedings World Geothermal Congress 2010, 25.
- Ministerio de Energía http://www.energia.gob.cl/energias-renovables