Centros de investigación en geotermia participan de encuentro organizado por el CEGA.
jueves, 01 de septiembre
La actividad, que se desarrolló entre el 16 y el 18 de agosto pasado, contó con representantes de México, Argentina y Chile, quienes se reunieron para intercambiar experiencias y definir acciones que apunten a fortalecer el desarrollo geotérmico en la región.
Poner el foco en Sudamérica, la única parte del mundo que hasta la fecha no cuenta con centrales operativas que produzcan electricidad con geotermia, fue el principal propósito de la actividad que convocó a investigadores del Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica (CeMIEGeo), el Instituto de Investigaciones en Energía no Convencional (Inenco) y el Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes (CEGA).
Fueron tres días en los que se expuso acerca de la historia, barreras y desafíos que enfrenta la geotermia en cada país, así como también las distintas vías de cooperación que a futuro se podrían concretar entre estos tres centros de investigación: “La intención es aunar los esfuerzos, pues cualquier avance que se haga en esta material no sólo impacta al país, sino también al resto de Latinoamérica”, comenta José Manuel Romo, miembro del CeMIEGeo.
Para José Viramonte, representante de Inenco e investigador del CONICET, la iniciativa es relevante porque se trata de países con problemáticas comunes, que cuentan con la capacidad geográfica, humana y técnica para avanzar en el desarrollo de la geotermia: “Tenemos que hacer efectiva la cooperación Sur-Sur. Hay que empezar a desprenderse de la paternidad del norte fundamentalmente porque nuestro contexto es muy distinto a otras partes del mundo, no tiene nada que ver con Nueva Zelanda, Islandia, Italia o Turquía. Además tenemos otra enorme ventaja: hablamos castellano. Esto permite entendernos rápidamente, facilitar el intercambio, abaratar costos y ganar autonomía”.
Panorama Latinoamericano
Durante las sesiones se discutió acerca del estado actual de la energía geotérmica en cada país. De los tres centros participantes del encuentro, sólo México posee centrales en operación, lo que se traduce en una potencia instalada de 1036 MW provenientes de las plantas Cerro Prieto (Baja California), Los Azufres (Michoacán), Los Humeros (Puebla), Las Tres Vírgenes (Baja California Sur) y Domo de San Pedro (Nayarit).
Sobre el estado actual de la geotermia en México, José Manuel Romo cuenta: “Nuestro país tiene una tradición de más de 40 años y en este proceso ha sido fundamental la inversión que hizo el estado durante los primeros años, además de la presencia de la Comisión Federal de Electricidad, que ahora es una empresa pública que forma parte de los actores que están impulsado el desarrollo de la geotermia. De todas maneras, a pesar de toda la información que hay, igual cuesta mucho que entre un privado al negocio porque tiene mucho riesgo inicial. O sea una vez que ya se encuentra el recurso es cuando ya comienza a generar más interés”.
En relación a la geotermia en Chile y Argentina, el diagnóstico es en algunos aspectos similar: a pesar de compartir un territorio de gran potencial y contar con agendas orientadas a aumentar la presencia de energías renovables de aquí a 2020, ambos países sigue sin plantas que produzcan electricidad con geotermia.
Si bien Argentina lleva desarrollando exploración desde los años 70 y con los avances científicos se ha logrado identificar reservas de alta entalpía con potencial para la explotación del recurso (Copahue, Domuyo, Valle del Cura, Tuzgle-Tocomar), hasta ahora ninguno de estos sistemas está siendo explotado, una situación crítica que, para José Viramonte, es compartida con el resto de los países de América del sur: “Creo que tenemos problemas comunes. Está claro que hay una falta de legislación, hay un hueco que hay que suplir y ayudar a superarlo. Además tenemos un recurso sin límite, que no contamina, el único que puede generar potencia de base con respecto a las otras energías”.
Pero este escenario espera tener un vuelco a comienzos del próximo año luego de que se ponga en funcionamiento la central geotérmica de Cerro Pabellón (Comuna de Ollagüe, Región de Antofagasta), que contará con una capacidad total instalada de 48 MW, transformándose en la primera planta de Sudamérica. Desde el CEGA Cerro Pabellón se mira como un proyecto que traerá nuevas oportunidades y desafíos para la geotermia: “Se está observando a Chile pues lo que ocurra aquí será determinante para saber si el resto de los países se animan o no. Esta planta será nuestro laboratorio de clases prácticas, en el que queremos aportar desde la investigación para resolver diversos problemas que puedan ir surgiendo. La idea es que lo que de aquí salga lo podamos exportar al resto de Latinoamérica”, concluye Diego Morata, director del CEGA.