Columna de Opinión: Desigualdad energética y geotermia a pequeña escala
miércoles, 24 de marzoPor: Sofía Vargas Payera, Investigadora CEGA e integrante de la Red de Pobreza Energética, Redpe.
El mundo de la energía y su acceso está marcado por la desigualdad. Al igual que en otras áreas como salud, educación y género, la desigualdad energética está presente en Chile, donde cerca del 20% de la población no cuenta con agua caliente sanitaria (INE, 2018), 13% utiliza parafina o leña húmeda para cocinar (CASEN, 2017) -lo que genera contaminación intradomiciliaría e impacta negativamente la salud de sus habitantes- y cerca del 30% gasta excesivamente en energía (Encuesta de Presupuesto Familiar, 2017). La desigualdad energética es parte de la desigualdad social, y puede ser aún más compleja en zonas aisladas y con contextos sociales altamente vulnerables.
En este escenario, el Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes (CEGA) aplicó una encuesta sobre pobreza energética en Puyuhuapi, localidad rural ubicada en la comuna de Cisnes, Región de Aysén. En el lugar viven 1307 personas y se emplazan cerca de 310 viviendas (Censo, 2017). Funcionan bajo el sistema eléctrico de Palena y el de respaldo, al igual que muchas localidades aisladas en Chile, es el diésel. La encuesta se hizo en el marco del proyecto FIC “Factibilidad de Cogeneración Geotérmica”, financiado por el Gobierno Regional de Aysén en colaboración con la Red de Pobreza Energética (RedPe).
¿Qué nos indican los resultados de la encuesta? Casi el 100% de las viviendas cuenta con acceso a electricidad y utiliza leña para calefacción, cerca del 60% declara pasar frío en invierno y calor en verano dentro de sus viviendas. Junto con ello, se registran más de 22 interrupciones eléctricas en el año, en invierno la iluminación artificial utilizada es el triple que en verano y el gasto en calefacción promedio alcanza los $77 mil al mes, lo que representa cerca del 20% del ingreso del hogar. En otras palabras, la comunidad de Puyuhuapi vive en un contexto altamente vulnerable energéticamente. Recordemos, además, que la realidad socioambiental de Aysén está marcada por la alta contaminación atmosférica asociada al consumo de leña húmeda.
Estos resultados alertan que uno de los temas clave en esta localidad, al igual que en muchas en Chile, es el acceso a una energía de calidad. Si bien abordar y cambiar la realidad energética demanda esfuerzos multisectoriales, un punto clave es el acceso a una fuente de energía limpia y estable. Es aquí donde las plantas de generación y cogeneración geotérmicas a pequeña escala juegan un rol fundamental.
La geotermia puede ser una aliada para entregar electricidad y calefacción a localidades como Puyuhuapi, permitiendo disminuir el consumo de leña, entregando mayor estabilidad al sistema eléctrico y eliminando el diésel como insumo. Si bien Chile cuenta con una planta geotérmica (Cerro Pabellón, primer proyecto geotérmico de Chile y de Sudamérica que entrega energía limpia a la matriz energética del país), no todos los proyectos tienen que ser de esa envergadura. Las plantas geotérmicas modulares y pequeñas pueden ser una opción para satisfacer necesidades locales.
¿Cómo saber si es viable un proyecto de este tipo? Con información. La energía geotérmica, al estar almacenada en el subsuelo, es una energía que no vemos, por ello se requiere estudiarla en detalle. Además, es clave involucrar a las comunidades locales desde la fase de diseño, integrando sus preocupaciones y necesidades antes de la explotación del recurso. En zonas patagónicas como Puyuhuapi, la valoración del paisaje y la naturaleza son fundamentales, por ello los proyectos de bajo impacto y a pequeña escala pueden ser una opción para disminuir la desigualdad energética de Chile, respetando la realidad social y cultural del territorio.