¿Cuál es el plan del gobierno para asegurar el desarrollo de la geotermia en Chile?
lunes, 26 de septiembreSi actualmente el Ministerio de Energía está evaluando la creación de una herramienta financiera para apoyar la industria geotérmica, es gracias al sol. El plan original del gobierno era fomentar la energía solar mediante la creación de una planta de gran escala con apoyo del Clean Technology Fund (CTF), pero al no ser aprobado el presupuesto solicitado en su totalidad, surgió la idea de reinvertir esa diferencia denegada en una propuesta que iba del calor del cielo al de la tierra: un programa de mitigación de riesgo geotermal, llamado por la prensa y los actores involucrados como “seguro de perforación fallida”. ¿De qué se trata esta herramienta y cómo se gestó?
En mayo de 2012 fue aprobado un proyecto de plan de inversión en energías renovables que el Gobierno de Chile envió al Clean Technology Fund (CTF). Dicho proyecto contemplaba la creación de una planta de energía solar concentrada que sería ejecutada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y para la cual el gobierno solicitaba US$100 millones. El comité a cargo de aprobar los planes de inversión en CTF aprobó sólo US$67 para la ejecución de la planta solar, y ante ese escenario, y luego de evaluar varias otras alternativas, el gobierno propuso la idea de reasignar la diferencia de US$33 millones que no había sido aprobada para el proyecto solar hacia la elaboración de un Programa de Mitigación de Riesgo Geotermal (MiRiG, por sus siglas en inglés). La arremetida de esta nueva propuesta llegó en muy buen momento, puesto que combinaba muy bien con la entrada en vigencia del nuevo reglamento sobre concesiones de energía geotérmica publicado en marzo de 2013, que fue una de las primeras señales que se dieron recientemente sobre la intención de derribar las principales barreras que mantienen nuestro enorme potencial geotérmico aún entrampado. Así, la propuesta era coherente con el plan de desarrollo energético de Chile y el criterio de inversión del CTF, una entidad cuyo objetivo es el uso de niveles mínimos de financiamiento en condiciones favorables para catalizar las oportunidades de inversión que sean capaces de reducir las emisiones contaminantes en el largo plazo. Al ser la geotermia una energía renovable, limpia, local y abundante, la propuesta se presentó muy afín.
El objetivo principal del MiRiG es catalizar las inversiones en energía geotérmica utilizando los mecanismos de transferencia de riesgo que reducen los costos y los riesgos de exploración y desarrollo, y movilizar capital privado para asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo. Lo más esperado es que se termine por desarrollar el “seguro de perforación fallida”, pero si es un seguro u otra herramienta financiera, aún está por verse. Actualmente se están analizando las mejores alternativas considerando las características específicas del desarrollo de la geotermia en Chile, pues como muchos especialistas concuerdan, el progreso de dicha industria en este territorio tiene sus propias particularidades. Se proyecta que el plan de trabajo esté listo entre marzo y abril de 2014, por lo que será el nuevo gobierno quien esté a cargo de ejecutarlo.
El proyecto, además, no termina con la elaboración de una herramienta de mitigación de riesgo, pues viene acompañado también de un ambicioso plan de asistencia técnica y fortalecimiento de capacidad para facilitar la aplicación de la herramienta y acompañar el proceso de desarrollo de la industria. Así, el BID ejecutará el componente para la mitigación de riesgo, y el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo realizará la componente de asistencia técnica.
MiRiG, paso a paso
Para llegar al desarrollo del mejor mecanismo de mitigación de riesgo, el BID, en conjunto con el Gobierno de Chile y el apoyo del CTF, estudiarán diferentes alternativas para ver qué instrumento podría llevar más rápidamente a desarrollar la industria geotérmica en el país. La idea es proveer un mecanismo capaz de atraer inversión adicional a los proyectos para sus actividades de perforación. El plan del BID considerará flexibilidad para barajar una serie de opciones para el uso de los recursos del CTF con el fin de maximizar su eficacia, lo que se espera medir en cantidad de MW instalados en Chile a corto y mediano plazo (con evaluaciones el 2016, 2019 y 2030). El apalancamiento financiero y la cobertura que los recursos del CTF permitirían reunir dependerá de dos variables principales: el mecanismo de mitigación de riesgo que se diseñe y el tipo de recurso que proporcione el CTF (subsidio/préstamo).
Las opciones que se barajan para el mecanismo de mitigación incluyen seguros, garantías, préstamos participativos o aportes de capital en proyectos de mitigación y/o compartir el riesgo asociado con la cantidad, calidad y costo de desarrollo del recurso geotérmico. Por su parte, respecto al tipo de recurso que proporcione el CTF, el gobierno chileno espera que el ente financista pueda proporcionar una óptima relación de subvención/préstamo para poder maximizar la cantidad de proyectos a respaldar con esta medida, y espera que se tenga en consideración que Chile presenta barreras al desarrollo geotermal ,como por ejemplo, un costo de hasta tres veces más alto para las perforaciones en comparación con otros países que cuentan con la maquinaria especializada dentro de su mercado local. En México, por ejemplo, se ha estudiado que los recursos del CTF proporcionados como una subvención completa dirigida a subsidiar una prima de seguro permiten la cobertura de tres veces el número de proyectos que se podrían apoyar en comparación a recursos entregados en la fórmula 25% préstamos y 75% subvención. Para determinar la mejor fórmula para el caso chileno se está desarrollando una revisión del estado de los proyectos geotermales; análisis del mercado, regulación y políticas asociadas; evaluación de la viabilidad de elaborar un instrumento tipo seguro adecuado para el contexto chileno de acuerdo al interés de las aseguradoras; modelamiento de las distintas alternativas de instrumentos de mitigación basadas en el status actual de los proyectos geotermales y, finalmente, definición del instrumento de mitigación y/o promoción y diseño del proyecto. Todas estas etapas deberán estar definidas para marzo-abril del próximo año.
Una vez finalizada esta parte del proyecto, se dará curso al apéndice del programa que buscará desarrollar asistencia técnica para fortalecer las capacidades locales, y que será ejecutado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo. Los objetivos principales de esta propuesta son apoyar actividades de supervisión necesarias para la aplicación del instrumento de mitigación que se habrá desarrollado en la etapa inicial del proyecto, monitorear las concesiones geotermales para que cumplan satisfactoriamente el ciclo completo de producción energética, diseñar programas de capacitación para el Ministerio y otras partes interesadas para que sean capaces de manejar el desarrollo de esta fuente energética, y disponer de un panel asesor internacional como ente de consulta para los temas abordados dentro del proyecto.
En definitiva, el MiRiG es un proyecto completo y lleno de aristas que va más allá de la simple idea del seguro, un proyecto al que habrá que estar atentos para ver cómo se desarrolla tras un cambio de mando en la Presidencia de la República que, independiente de su desenlace, se espera que ponga una atención aún mayor que las administraciones anteriores a la geotermia, pues ambos sectores han incluido el desarrollo del calor de la tierra como parte de sus políticas energéticas. Todo parece indicar que el destape al fin se viene.
Consultas: sotero@ing.uchile.cl