El Mostrador: Energía limpia en las entrañas del planeta

miércoles, 24 de julio

Columna publicada en El Mostrador (19 jun. 2024)

A pesar de las recientes lluvias que han aliviado temporalmente la sequía, un solo mes de precipitaciones no resuelve la crisis hídrica a largo plazo. La sequía, una de las manifestaciones más visibles del cambio climático en Chile, amenaza la estabilidad de nuestra matriz eléctrica, donde la generación hidroeléctrica sigue siendo crucial.

En este contexto, es vital explorar y desarrollar alternativas energéticas que complementen a las actuales protagonistas, como la hidroeléctrica y la solar. Además, la transición energética no se limita a la electricidad; el componente térmico juega también un papel fundamental.

La semana pasada, el Senado dio un paso significativo en la línea de integrar nuevas fuentes térmicas en el país al aprobar unánimemente, en su segundo trámite constitucional, un proyecto de ley destinado a reformar la Ley 19.657 sobre concesiones de energía geotérmica.

La geotermia, el calor de la Tierra, es una fuente de energía que puede ser usada de una forma renovable y está presente en el territorio nacional. Chile, situado en una zona de intensa actividad tectónica y volcánica, alberga numerosos reservorios geotermales, especies de bóvedas de calor bajo la superficie. Este calor subterráneo se manifiesta en la superficie a través de fumarolas, géiseres, termas y volcanes activos.

Una particularidad de la geotermia es que, a diferencia de otras energías renovables, requiere la intervención del subsuelo, propiedad del Estado chileno. Por eso, es la única energía con una ley específica, vigente desde el año 2000, enfocada en la generación eléctrica, como la planta Cerro Pabellón en Antofagasta, inaugurada en 2017.

Sin embargo, esta legislación dejó de lado el uso térmico de la geotermia, restringiéndola a un nicho específico y desaprovechando su potencial para calefacción de viviendas, colegios y hospitales a través, por ejemplo, de las bombas de calor geotérmicas. Con la aprobación del proyecto de ley, se abre la puerta a una diversificación del uso de la energía geotérmica en Chile.

A pesar de haber sido considerada durante mucho tiempo como la energía olvidada dentro de la lista de las renovables, la geotermia está en una posición única para convertirse en un pilar de la matriz térmica del país.

El calor de la Tierra no necesita competir con otras fuentes renovables; al contrario, puede integrarse de manera complementaria para avanzar hacia un futuro energético sustentable y aportar para que escuelas, hospitales y, por qué no, ciudades, cuenten con sistemas limpios de calefacción.