Palabras del director del CEGA

lunes, 03 de octubre

Usemos directamente el calor de la Tierra

Estimados colegas geotérmicos:

En Chile, hablar de geotermia es sinónimo de generación de electricidad, barreras económicas y casi cien años de exploración y, recién a finales de este año (o comienzos del próximo), por fin algunos MW de generación. Sin embargo, hay formas de usar el calor de la tierra que actualmente producen casi siete veces más energía que la capacidad instalada mundial de generación eléctrica por geotermia. En el mundo, 25 países generan electricidad con geotermia con una capacidad total instalada de más de 12.600 MW, lo que representa cifras modestas si las comparamos con los 82 países con 71.000 MWt de capacidad instalada de usos directos de la geotermia para diversos procesos productivos (según datos presentados en el World Geothermal Congress 2015 – Melbourne, Australia).

El uso directo de la geotermia va en alza progresiva, observándose nuevas aplicaciones en diferentes sectores productivos, agrícolas e industriales. También se ha visto un fuerte aumento en la implementación de bombas de calor geotérmicas. Este aumento es consecuencia de la eficiencia de esta tecnología, el ahorro económico que genera, su aporte a la descontaminación  y su fácil implementación. Son muchos los millones de dólares que se están ahorrando los países en donde las bombas de calor geotérmicas se están utilizando de manera masiva para la calefacción doméstica, o en donde, incluso, se desarrollan sistemas de calefacción distrital mediante geotermia. Son toneladas de CO2 que dejan de emitirse a la atmósfera y es, en resumidas cuentas, una excelente forma de ayudar a la prevención del cambio climático y aumentar la calidad de vida de los ciudadanos mediante el uso directo del calor que, generosa y altruistamente nos da la Tierra.

En Chile, el uso directo de la geotermia es aún una temática muy desconocida. Nosotros, desde el CEGA estamos desarrollando ya desde hace unos años varios proyectos encaminados a generar conocimiento científico para poder implementar diferentes usos directos acordes con las características de nuestro recurso local. Pudimos desarrollar el mapa termal de la cuenca de Santiago y mostrar cual sería la mejor solución para una climatización de viviendas mediante bombas de calor geotérmicas y ahora, recientemente, hemos conseguido un par de proyectos para implementar en Aysén un invernadero y un secadero de leña, ambos proyectos usando la geotermia como fuente de calor. Son experiencias piloto, aún a pequeña escala, pero que nos van a permitir mostrar que es posible utilizar de forma directa la geotermia. Pensamos, incluso, que el problema de la contaminación en ciudades del sur (Coyhaique, Temuco, Osorno) podría mitigarse (incluso eliminarse) implementando sistemas eficientes de calefacción mediante geotermia. Algunos países han mostrado que es posible. Son numerosas las viviendas en Europa que se calefaccionan con geotermia. Hay muchas iniciativas en varios países en donde ya se utiliza de forma directa el calor de la tierra para diferentes procesos industriales. Y, en Chile, un país con un altísimo gradiente geotérmico, apenas tenemos instalados unos 11-12 MWt. Pero por lo menos podemos ya afirmar que los nuevos proyectos que estamos desarrollando en el CEGA, así como las diferentes iniciativas que se ven desde el Ministerio de Energía encaminadas al desarrollo del uso directo de la geotermia y nuevas iniciativas que están apareciendo desde el sector privado nos permiten aventurar un futuro promisorio para el uso más masivo de esta energía que nos da la tierra.

Pero aún nos queda mucho camino por andar. Sin lugar a dudas, Chile va a tener que desarrollar una legislación diferente para el uso directo de la geotermia. La Agenda de Energía presentada por el Ministerio de Energía lo especifica claramente: una propuesta de “desarrollo de la energía geotérmica para el desarrollo local”, proponiendo el impulso de un programa para el uso térmico directo de la energía geotérmica en aplicaciones de baja y mediana entalpía. Tenemos por lo tanto un bonito desafío por delante. Y este desafío está en total sintonía con la idea que nos mueve en este segundo tiempo del CEGA: geotermia y sociedad. Sin lugar a dudas que estamos muy contentos con los primeros resultados que hemos estado obteniendo y con éxito en un par de proyectos postulados. Pero vemos que el espacio para crecer y desarrollarse es inmenso. Realmente se pueden hacer desarrollos increíbles de proyectos de I+D+i en este ámbito del uso directo de la geotermia. Nosotros, desde el CEGA, estamos dispuestos a asumir los desafíos. Ojalá nos acompañe en esta nueva aventura los diferentes actores actualmente presentes en el país.