Sofía Vargas, investigadora CEGA: “Poder medir el impacto social de los proyectos tecnológicos es fundamental para su buen desarrollo”

viernes, 26 de abril

Así lo asegura la profesional a cargo de la ejecución del proyecto del Fondo Chile para Todas y Todos del Ministerio de Desarrollo Social, para la sistematización del impacto social y las prácticas de innovación de la iniciativa “Invernadero geotérmico para la reinserción social en Aysén”.

En los próximos meses el equipo de gendarmes e internos del CET -Centro de Educación y Trabajo- Valle Verde de Aysén, dependiente de Gendarmería de Chile, podrán cosechar por primera vez las hortalizas del invernadero climatizado por un sistema geotérmico de uso directo, instalado por el CEGA, proyecto que cuenta también con el apoyo de la Universidad de Aysén.

No son pocos los procesos, dificultades y aprendizajes que los equipos técnicos y la comunidad del CET han debido enfrentar desde la puesta en marcha de ese proyecto hasta ahora, pero son los que han relevado la importancia de acompañar el impacto social y la aplicación de nuevas prácticas de innovación, con procesos reflexivos y de análisis, como ha hecho Sofía Vargas, investigadora del área social del CEGA y encargada de la ejecución del proyecto Chile para Todas y Todos, del Ministerio de Desarrollo Social, adjudicado en la categoría “Análisis de experiencia” para evaluar social y culturalmente el aporte a la reinserción social del proyecto “Invernadero geotérmico para la reinserción social en Aysén” ejecutado por el CEGA en 2017,

“Gracias a este fondo hemos podido acompañar el proceso iniciado por el Invernadero geotérmico para la reinserción social en Aysén, incorporando variables sociales y culturales, rescatando un potencial enorme de aprendizaje a través de toda la experiencia”, señala Sofía Vargas, investigadora del área social del CEGA, quien encabeza el trabajo de investigación.

El trabajo en terreno, cuenta con la supervisión de Sebastián Ibarra, por parte de la Universidad de Aysén, y de la investigadora Cecilia Ibarra, teniendo visitas semanales de terreno, por parte de Juan Saenz, miembro del CEGA. “Hemos podido identificar la necesidad de capacitaciones específicas para desarrollar un modelo de negocios y específicamente de métodos de cultivo, cuando trabajamos con sistemas geotérmicos de climatización para producción agrícola. De hecho, durante el mes de mayo, Esteban Micco, del CEGA, hará un taller para internos y gendarmes sobre Gestión y Desarrollo de Negocios. Eso, sin duda, es un valor agregado al avance tecnológico y medioambiental que se ha hecho en una primera instancia”, asegura.

El trabajo de investigación cualitativa ha identificado los factores que benefician y dificultan el desarrollo de este tipo de iniciativas, pudiendo así fomentar una mejor replicabilidad de este tipo de proyectos, enfocados por una parte en la innovación tecnológica y, por otra, en la reinserción de personas en situación de vulnerabilidad social y privación de libertad.

“Hemos podido incorporar aspectos culturales, sociales y también institucionales, que resultan fundamentales para hacer un panorama amplio del impacto de este proyecto ejecutado por el CEGA y el CET Valle Verde. Hemos podido también articular de mejor forma el trabajo con distintas instituciones y trascender al aspecto técnico, complementándolo con una investigación que resulta fundamental para el buen desarrollo de cualquier proyecto tecnológico”, puntualizó Sofía.

Actualmente, 31 países usan la geotermia para la producción de verduras, flores y frutas. El invernadero del Centro de Educación y Trabajo CET de Valle Verde se instaló para asegurar cultivos de hortalizas durante todo el año, con énfasis en el periodo invernal, época en la que los agricultores de la región no pueden producir debido a las bajas temperaturas.